domingo, 5 de julio de 2009

Ilumina mi Camino

Todos necesitamos algo de iluminación para poder observar lo que nos depara el camino que hemos decido tomar con cada paso que damos.

De ahí que a lo largo del itinerario nos encontremos con farolillos que nos ayudan a dislumbrar lo que nos rodea, aunque sea duro o dificil siempre encontraremos algo que nos permita seguir hacia adelante.

Los faroles grandes compañeros nocturnos que sostenidos por una escultura permanecen inmoviles otorgando al viajero a divisar el hermoso paraje que se postra ante el, es dificil de creer pero la luz proporcina seguridad y nos permite ver las grandes creaciones de la naturaleza.

Postrados ante el mirador y en compañía de una tímida luz nos ayuda a ser confiados y a imaginarnos que todo lo que vemos no tiene nada de temeroso, pero cuando nos alejamos de ella nuestro instinto insiste en seguir buscando un poco de ilumanación para poder alumbrar el camino que nos lleve a contemplar el horizonte.

Rebeca Castaño Valbuena

1 comentario:

Manu dijo...

La luz, ese elemento clarificador que nos permite desentrañar con certezas lo que la oscuridad apenas nos permite imaginar, a veces, si la perspectiva no es la más idónea, nos puede crear sombras que inviertan el sentido real de las percepciones.

Aunque como norma común un buen haz de luz debe iluminar el camino, no es menos cierto que hay ocasiones en que sólo cerrando los ojos se puede ver con nitidez el camino a seguir.