domingo, 1 de febrero de 2009

Dejar Huella

En esta vida, mucha gente pasa sin pena ni gloria, otras con más gloria que pena y otras con cada paso hacen un mundo.

La vida es más simple de lo que parece, nosotros la complicamos con nuestros problemas, con el que dirán, con las apariencias, y como consecuencia nuestras huellas, la señal de que existimos, adoptan formas diferentes, unas marcadas reflejando el orgullo, otras sigilosas que van desapareciendo poco a poco para no descubrir que estuvimos allí, y por último hay veces que preferimos saltar y poder dejar nuestro vestigio lo más separado posible para despistar a los que pretenden seguir nuestro camino.

Lo importante de todo es dejar huella en cada sitio que pisamos, en cada acción que hacemos, en cada momento que vivimos, en definitiva dejar constancia de que estamos vivos y no preocuparnos de las apariencias, ni de lo que puedan decir.

Ese es el verdadero camino, huella tras huella, escribimos nuestra propia historia, una historia que si deseamos perdurará a través del tiempo, y así nuestro recuerdo no caerá en el olvido.

Dejar huella es fácil, lo difícil es evitar que desaparezca.


Rebeca Castaño Valbuena.



1 comentario:

Unknown dijo...

pero hay huellas que no son para seguirlas... solo para quererlas, aunque estén torcidas