domingo, 25 de octubre de 2009

Palacio de Cristal

Cuenta la historia que dentro de un palacio de cristal se albergaba una de las personalidades más importantes de la nobleza de aquella época con una extraña manía, nunca salía al exterior, la gente del pueblo pensaban que una maldición había recaido sobre su persona, pero en realidad no era así.

Por este motivo sus padres contruyeron un palacio de cristal para que pudiera disfrutar de las vistas del paisaje, el lugar era hermonso, un río transcurria delante de la puerta principal, y la vegetación que rodeaba a la mansión era digna de un cuento de hadas.

Toda persona que visitaba este enclave se quedaba maravillado por los sonidos, los olores todo era especial, sin embargo no quedaban satisfechos por el trato que recibían de la persona que habitaba dentro, aunque tuviera el mundo a sus pies no era agradable, y en su rostro nunca se dibujó una sonrisa.

Hasta que un día, cuando el sol comenzaba a salir una barca llego hasta el palacio, atracó enfrente de la puerta y una apuesta figura se apeó del transporte, su rostro no se dejaba ver estaba tapado por una gran capucha que terminaba en una larga capa. Cuando llegó a la puerta se descubrió, y el huesped de este palacio quedó inmovil al ver tan hermoso rostro.

Una bella dama había acudido a verle, le miró le sonrió y de repente el palacio de cristal se hizo añícos, de esta manera el noble pudo experimentar lo que era que el viento tocara su rostro, y oler el agua a sus pies, o el aroma embriagador de la naturaleza, y por primera vez una sonrisa asomó en su rostro.

A partir de ese momento supo que había pasado los últimos años encerrado en una urna de cristal sin poder disfrutar de todo lo que ante él se postraba


** Porque hay cuentos en los que el verdadero caballero queda atrapado, y es la dama la que finalmente le libera.**

Imagen: RAFIKI
Texto: Rebeca Castaño Valbuena.

No hay comentarios: