El fuego que desde principios de la historia ha sido uno de los mayores descubrimientos, incluso adorado por las antiguas civilizaciones, ha sido simbolo de vida y seguirá siéndolo, nacimiento, vida y muerte.
Sabemos que en numerosas ocasiones hacemos una comparación entre la vida y el fuego, pero si nos paramos a pensar en realidad, es cierto, el motor de nuestra vida es la llama de un fuego, el nos ayuda a comer, a calentarnos, a purificar el ámbiente. Aunque en ocasiones nuestro gran aliado se puede volver contra nosotros y convertirse en un arma de peligrosa incapaz de dominar.
Nadie más que yo domina mi llama. Nunca dejes que la tuya caiga en manos ajenas.
Rebeca Castaño V.
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