Esperando a que alguien tome las cuerdas y me suspenda por el arie, ahí es cuando tomo vida propia, corro, ando, represento historias cercanas a la realidad para hacer reir, llorar, temer...LLegado el fin de la representación me aguarda una pequeña caja donde no podré ver la luz del sol hasta el próximo día donde la historia se repetira en otra ciudad, con otras gentes, con otras culturas.
No soy diferente a vosotros, soy totalmente igual, necesitais que cada mañana os suspendan por los hilos para levantaros y afrontar una nueva jornada, donde el teatro de la vida está a la orden día, siempre procurando aparentar lo que no sois y cuando llega la noche, os meteis en vuestra cajita y a esperar la llegada de un nuevo sol...
Rebeca Castaño V.
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