Es todo aquello que nos desprende curiosidad, y que no podemos dejar de mirar, eso es la atención.
Pero no sólo la atención se consigue con una mirada, también con un poco de disimulo puedes acercar tu oido y escuchar una interesante conversación ajena a tu vida.
Si por eso fuera todos las 24 horas del día deberíamos estar atentos y poner mucha atención para que ni el mas mínimo detalle se nos escape de nuestro sentidos.
Por ello la naturaleza y los seres que la componemos tenemos ese instinto de que aunque permanecemos relajados, nuestra alerta está encendida para captar lo que de un momento a otro pueda suceder.
Foto: RAFIKI
Texto: Rebeca Castaño Valbuena.
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