viernes, 27 de febrero de 2009

Deja que fluya

¿Por qué no paramos de presionar ciertas situaciones para que ocurran como nosotros queremos?
Es que no nos damos cuenta que lo que tenga que pasar pasará.
Somos seres que tropiezan dos veces en la misma piedra, y aún así ignoramos que si nos empeñamos en conseguir nuestros objetivos, estos no saldrán como queremos y tan solo un golpe de suerte sera el culpable de poner las cosas en su sitio.
Dejamos que todo fluya a su manera, y después esperaremos la recompensa por la espera merecida.
Un futuro incierto dentro de una corriente que siempre va en la misma dirección aunque nos empeñemos en desviar su curso.

Rebeca Castaño Valbuena

domingo, 22 de febrero de 2009

Sígueme



Cada paso que dé quedará marcado para que puedas seguirme y acompañarme en este largo viaje.

También te servirá de guía, para no perderte y descubrir cosas nuevas.
Un itinerario que será largo, pero menos difícil si lo compartes con la gente que se une al recorrido, siguiendo la señal que hemos dejado y llegando a un destino que despues de mucho caminar se abre paso, indicándonos que hemos hecho un logro por llegar hasta aquí.

Quiero emprender mi viaje, quiero tenerlo todo preparado, y quiero empezar a dejar señales para que tú puedas seguirme.

Rebeca Castaño Valbuena

domingo, 8 de febrero de 2009

La mirada de un niño



Qué bonita se ve la vida a través de la mirada de un niño, no hay preocupaciones, se descubren cosas nuevas que hacen que su atención despierte, todo es perfecto, y aunque conozcan en algunas ocasiones el miedo, siempre tienen el refugio de una persona que les protege y les calma.

Son etapas que hemos pasado y que nuestras futuras generaciones pasarán,pero la vida sigue y ellos crecerán, y la visión que tenían cuando eran niños de la vida se tranformará y se darán cuenta de que en muchas ocasiones deben enfrentarse a sus miedos solos, sin contar con ningún refugió en el que protegerse.

Rebeca Castaño Valbuena.

domingo, 1 de febrero de 2009

Dejar Huella

En esta vida, mucha gente pasa sin pena ni gloria, otras con más gloria que pena y otras con cada paso hacen un mundo.

La vida es más simple de lo que parece, nosotros la complicamos con nuestros problemas, con el que dirán, con las apariencias, y como consecuencia nuestras huellas, la señal de que existimos, adoptan formas diferentes, unas marcadas reflejando el orgullo, otras sigilosas que van desapareciendo poco a poco para no descubrir que estuvimos allí, y por último hay veces que preferimos saltar y poder dejar nuestro vestigio lo más separado posible para despistar a los que pretenden seguir nuestro camino.

Lo importante de todo es dejar huella en cada sitio que pisamos, en cada acción que hacemos, en cada momento que vivimos, en definitiva dejar constancia de que estamos vivos y no preocuparnos de las apariencias, ni de lo que puedan decir.

Ese es el verdadero camino, huella tras huella, escribimos nuestra propia historia, una historia que si deseamos perdurará a través del tiempo, y así nuestro recuerdo no caerá en el olvido.

Dejar huella es fácil, lo difícil es evitar que desaparezca.


Rebeca Castaño Valbuena.